Ya sabéis que hace unos meses mi piel pasó por una temporadita de sensibilidad extrema, por suerte es agua pasada, pero ahora voy con pies de plomo a la hora de aplicar depende de qué productos en mi piel. No tuve problemas a la hora de controlar las rojeces, la deshidratación y los picores, con tesón y con el uso de unos productos adecuados logré controlar el tema. El reto vino después, cuando quise introducir productos con efecto "anti-aging" y que pudiese tolerar sin problemas.